La congelación y la criogenización son dos conceptos distintos que difieren en su definición, aplicación y eficacia.
En primer lugar
de la definición de congelación, la congelación se refiere a un proceso de cambio de estado de la materia mediante el uso de condiciones de baja temperatura para hacer que la materia pierda su movimiento original en el espacio o en el tiempo. En física, la congelación se refiere al proceso de reducir el grado de movimiento térmico de una sustancia mediante la disminución de su temperatura, de modo que pueda pasar de un estado sólido a un estado líquido o de un estado líquido a un estado sólido. La criogenia, por su parte, es un concepto de rango de temperatura, que suele definirse como un intervalo de temperatura inferior a cero grados (0 °C). Los criterios para determinar las bajas temperaturas pueden variar en los distintos ámbitos. En la industria alimentaria, por ejemplo, las temperaturas inferiores a -18 °C suelen clasificarse como bajas temperaturas.
En segundo lugar
Desde el punto de vista de la aplicación, la congelación es un proceso complejo que implica el cambio de estado de los materiales y que se utiliza ampliamente en muchos campos. En la industria alimentaria, la congelación se utiliza para conservar alimentos, como el pescado, etc., bajando la temperatura para congelar la humedad líquida del alimento y convertirla en estado sólido, inhibiendo así la reproducción de microorganismos, evitando que se estropeen y facilitando su almacenamiento y manipulación. En biología, la congelación se utiliza para preservar y prolongar las actividades vitales de los organismos vivos. Además, en la industria química, la tecnología de congelación también se utiliza ampliamente para separar y purificar sustancias. Mientras que criogénico se utiliza más a menudo para describir el estado de temperatura de un objeto o entorno, como un entorno criogénico en un laboratorio, un tratamiento criogénico en medicina, etc.
Por último
En términos de efecto, la congelación no sólo cambia la temperatura de la sustancia, sino que, lo que es más importante, cambia el estado y la naturaleza de la sustancia. Por ejemplo, en el proceso de liofilización, el agua se evapora rápidamente a bajas temperaturas y se bombea, dejando la sustancia seca y capaz de conservar su estado original durante mucho tiempo. Por su parte, la criogenia se ocupa principalmente de bajar la temperatura de un objeto para conseguir un efecto o propósito específico.
En resumen, aunque tanto la congelación como la criogenización implican cambios de temperatura, presentan claras diferencias en cuanto a su definición, aplicación y efecto. La congelación es un proceso complejo que implica cambios en el estado de la materia, mientras que la criogenia se refiere más al estado de temperatura de un objeto o entorno.